En entrevista con el empresario Andrés Álvarez Maxemin también presidente del Consejo Coordinador de Jóvenes Empresarios de Jalisco. Nos platica que emprender es un acto de inspiración, dejamos atrás momentos, actitudes y grupos para conseguir los objetivos que, bajo un plan, nos hemos propuesto.
No es una tarea fácil, ni mucho menos lineal, pues el emprendimiento requiere de tomar decisiones a variables, la mayoría de ellas externar a nosotros, que ponen en riesgo lo construido. No es extraño escuchar sobre la quiebra financiera de empresas, incluso aquellas con mayor consolidación a nivel internacional, por no tener la capacidad de enfrentar, adaptar e innovar a la, cada vez más cambiante, realidad de nuestro entorno.
¿Recuerdan a Blockbuster? Me temo que los más jóvenes no, pero, incluso a inicios de las décadas de los 2000’s era un monstruo, en el mejor sentido de la palabra, con la capacidad de generar miles de millones de dólares en la renta física de películas y contenidos de entretenimiento. En pocos años, y debido a los avances tecnológicos que hacen factible la renta (o membresía) al acceso de contenidos digitales, hicieron que los servicios de la compañía fueran obsoletos. La poca, o nula adaptación de la empresa, a los cambios provocaron que una simple gripe, se convirtiera en una sentencia de muerte. Pero existen otros casos más alentadores, como el de Netflix, con servicios similares a los de Blockbuster, pero que representan el otro extremo, el de la innovación. Netflix nació en 1997, como un sistema de renta que, a través de catálogos y pedidos digitales , te hacían llegar a tu hogar películas y series en formato físico. Incluso en los inicios de Netflix, se caracterizó como un proyecto innovador, pues facilitó al consumidor su acceso a los contenidos, pero su innovación más grande vino con la disposición de contenidos en streaming, pues revolucionó la forma, que se había mantenido por décadas, de acceder a contenidos.
Los líderes tenemos la responsabilidad, no sólo de generar dinero, sino también de tener empresas que tengan como ejes principales al individuo (colaboradores y clientes) y el entorno (medio ambiente). Ahí la importancia que un emprendedor conozca, y ponga en práctica, dichas tareas. Dejarás atrás posicionamientos propios, por construir beneficios comunes, no es fácil, pero es necesario ante los nuevos retos. Ser empresas incluyentes, con igualdad de género, libres de discriminación, facilitadores de proyectos profesionales y que aporten a la solución de problemas comunes, son apenas mínimos indispensables, a las que más y más líderes se están sumando.
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