»Escrito por el jovén politólogo Alejandro López estudiante de la Universidad de Guadalajara en ciencias políticas»
Quién diría que el llamado COVID-19 tendría afectaciones en la economía local y global. Con esta la pandemia, es un buen momento para repensarse las interacciones que tenemos con las demás personas, las formas de vida y cómo nos relacionamos.
El panorama en México no es nada alentador, las medidas para evitar el aumento de nuevos brotes del virus en la nación van a paso lento, pareciera que los gobiernos se toman a la ligera esta contingencia y que, con graves errores, no han podido decidir la manera adecuada de hacerle frente a esta enfermedad.
Nadie habla sobre la economía del país y cómo se ha visto afectada directamente. Se paraliza el mundo, se paralizan algunos comercios locales, y los procesos económicos se mueven lentamente, tan es así, que bastó con que el COVID-19 entrara a México para que se abriera la bolsa y el tipo de cambio interbancario cayera en un 4.11%, provocando un crecimiento del dólar en 23.01 pesos por unidad. (según datos del Banco de México).
Una vez más, la teoría de la dependencia se pone a prueba, la cual se define: que una economía en red y que los países en vías de desarrollo, dependen altamente de los países desarrollados, ¿deberíamos comenzar a pensar en una economía local?
Según datos de la agencia de noticias Agence France – Presse (AFP), en el laboratorio Imperial College en Londres se está trabajando en una vacuna contra el COVID-19; esto quiere decir que los investigadores están sumando fuerzas y trabajando duro para detener esta pandemia.
Mientras que se desarrolla la vacuna, una estrategia para México sería imponer estrictas medidas de cuarentena como ya se han tomado en países europeos: evitar contacto social y trabajar desde casa, lo que nos lleva a pensar en nuevas estrategias para que las y los mexicanos se desarrollen profesionalmente desde sus hogares, o lo que es lo mismo, puedan hacer home office.
Sin embargo, el mexicano promedio piensa que estar en casa es similar a estar de vacaciones y muestra de ello, es que tan solo en el fin pasado, cientos de mexicanos decidieron dejar sus hogares para descansar, sin darle la debida importancia a este virus que está entrando a México. Algunas universidades a lo largo del país decidieron adelantarse a las indicaciones del Gobierno Federal y suspendieron sus clases presenciales, ahora el reto es ver si pueden operar de forma digital como se ha propuesto. Ya veremos cómo desarrollan sus herramientas para lograr salvar este ciclo escolar.
Esta pandemia mundial viene a revolucionar las formas de pensar y trabajar, lo que traerá nuevos proyectos de innovación en muchos espacios como universidades, trabajos, laboratorios, sector alimenticio, de la construcción y sector tecnológico. Las grandes crisis a través del tiempo, han tenido grandes afectaciones en la población mundial, crean incertidumbre y miedo, pero también crean importantes avances científicos y tecnológicos que permiten innovar y pensar de manera distinta la forma de desarrollo social.
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