Por: Paloma Barreto
“Sé el cambio que querrías ver en el mundo”.
- Mahatma Gandhi
Queremos ver un mundo mejor. Sin embargo, nuestras acciones pueden llegar a reflejar lo contrario: al no respetar al peatón, al no dar los buenos días, al tirar la basura al suelo o al no recoger la que vemos tirada, al criticar profundamente al otro o incluso, al llegar a envidiar; pero seguimos en las mismas… Queremos ver un mundo mejor.
Creo que la gran mayoría de las veces no nos damos cuenta que ese mundo que queremos ver mejor podemos transformarlo con nuestras propias manos, y es ahí en el que caeríamos en la cuenta que pequeñas acciones hacen grandes transformaciones. Creo firmemente que un individuo puede llegar a tener un gran impacto en su sociedad si es consciente de ello y se cree capaz.
Ahora, al estar conscientes de ello, me gustaría englobar lo anterior, para así, aterrizarlo y relacionarlo a las características que nos hacen únicos como personas: los talentos. Esos talentos que nos hacen ser diferentes y tal vez extraordinarios (desde mi punto de vista lo denominaría así, si los talentos se llevan a la práctica).
Considero que ante nuestros talentos podemos ponerle 3 caras:
- Ignorarlos.
- Explotarlos.
- Explotarlos para el servicio social.
¿A qué me refiero con estos puntos? Respecto al primer y segundo punto, creo que es muy obvio; y, a decir verdad, del tercer punto es del que quiero hablar, un punto que creo que muy pocas personas hablan y lo llevan a la práctica.
Cuando logramos entender para qué estamos hechos, también deberíamos entender para quién estamos hechos. El día que descubramos esta última cuestión les aseguro que nuestras vidas comenzarán a cobrar gran sentido, porque dejamos de servir para vivir y comenzamos a vivir para servir; es ahí cuando entra la segunda cuestión.
Si juntáramos el para qué estoy hecho, el para quién estoy hecho y el para qué sector vulnerable estoy hecho, les aseguro que por añadidura llegará la plenitud humana, porque al llevar estas 3 cuestiones a la acción, descubriremos la gran capacidad que tenemos para amar, ayudar, servir.
Si tan sólo entendiéramos que somos un reflejo de nuestras acciones, y que, además, estas acciones rebotan en nuestro ser, nuestra actitud cambiaría. Nuestros talentos están hechos para ser compartidos, sólo así, nos daremos cuenta de que nuestros talentos podrían llegar a trascender.
Si queremos ver un mundo mejor, comencemos por nosotros, comencemos por nuestras acciones, juntemos nuestros talentos, seamos el cambio que queremos ver en el mundo… trascendamos.
Paloma Barreto Torres,
Autora de “Pequeños Héroes Mexicanos”.
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