Por: Joaquín Marbán
Hoy quiero reflexionar con vosotros sobre la asertividad, una de las habilidades interpersonales de la Inteligencia Emocional (IE).
Uno de mis personajes favoritos, de la renombrada serie televisiva Suits, es el abogado y socio nominal, Harvey Especter, que encarna el papel de un litigante con una gran capacidad de negociación y solución de problemas. Pero, además, de estas cualidades, cuenta también con una poderosa arma comunicacional: su poder asertivo de decir las cosas tal cual las siente, sin enojarse o perder la compostura.
A lo largo de las temporadas de la serie, vamos viendo cómo enfrenta las situaciones de manera directa, defendiendo sus puntos de vista y sus derechos como persona, sin retroceder un ápice cuando objetivamente tiene la razón y retractándose cuando se equivoca. Quizás esa es una de las razones por la que es el mejor negociador de la Ciudad de New York.
Desde luego, ni la Inteligencia Emocional en general, ni la competencia interpersonal en particular, son cosas fáciles de desarrollar; sin embargo, lo que sí está claro, desde que el Dr. Daniel Goleman publicó su best seller allá por 1996 y a quien tuve el privilegio de conocer en la ciudad de A Coruña en Galicia, es que la clave del éxito personal y profesional no te lo da el Cociente Intelectual (CI), sino el Cociente Emocional (CE) que logres desarrollar a lo largo de la vida.
Además, ¿en qué consiste realmente la IE?
Pues bien, en desarrollar una competencia cognitivo afectiva o un conjunto de habilidades intra e interpersonales. Éstas, algunas personas ya las poseen, y se caracterizan por una gran “flexibilidad” o adaptabilidad a situaciones de crisis y cambios vitales. Las personas con IE se enfrentan a dichos cambios como si fueran sauces, es decir, “doblándose”, adaptándose psicológicamente para no quebrarse. Y cuando pasa la “tormenta psicológica”, el conflicto, recuperan su forma natural, su comportamiento y funcionamiento psíquico regular.
Esto sería la esencia de la Inteligencia Emocional entendida como la capacidad de autorregular o gestionar las experiencias emocionales propias de manera funcional y adaptativa, con el fin de mejorar nuestra relación con nosotros mismos y con los demás.
En definitiva, cuando os toque afrontar nuevos retos o adversidades, recordad siempre lo que dice Harvey Specter: “You always have a choice».
Joaquín Marbán
Psicólogo clínico
www.joaquinmarban.com
jms@joaquinmarban.com
Bibliografía
Empresas Neuróticas; Marbán J; 2019; Guadalajara, México; Ser Editorial.
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