En el feminismo se innova
Proponer soluciones innovadoras en ocasiones cimbra el estatus quo: eso que llamamos «normalidad» -por precaria que sea-.
Yo pienso que el feminismo enfrenta los mismos retos que la innovación, porque representa la contracorriente. La pregunta es ¿podemos hacer las cosas de un modo distinto?, porque el resultado del modelo social que ha imperado por siglos EVIDENTEMENTE NO ESTÁ FUNCIONANDO.
Como la innovación y en palabras de un querido amigo jesuita Juan Enrique, el feminismo «busca despertarnos de la anestesia social y de la indolencia ante el sufrimiento» de millones de mujeres y niñas en el mundo; y el sufrimiento de quienes no son mayoría y no les invitaron a la mesa donde se pusieron de acuerdo para definir las reglas del juego: mujeres y niñas, personas empobrecidas, personas que migran, personas de pueblos originarios, personas que no pudieron estudiar, personas que tienen una preferencia sexual distinta a la que nos hay determinado los roles de género, personas que tienen una discapacidad.
El impacto nacional que tendrá un día sin mujeres
La existencia de violencia a la mujer en México, nos ha orillado a innovar y a formar parte de nuevas estrategias como lo es el paro nacional del día 9 de marzo, un día sin mujeres donde, ninguna trabajará, ninguna estará en la calle, ninguna hará actividades estudiantiles, «El nueve ninguna mujer se mueve».
De acuerdo al artículo de Publimetro «Un día sin mujeres costaría más de 26 mil mdp a México», muestra a través de datos numéricos las futuras repercusiones que implicarán en el día del paro nacional:
Un día sin mujeres –como protesta contra los feminicidios, la violencia de género y el acoso sexual– costaría a la economía de México más de 26 mil millones de pesos; además del caos y las afectaciones monetarias de millones de hogares.
El Centro de Investigación de la Mujer en Alta Dirección (CIMAD) reveló que, dicho paro nacional, convocado desde las redes sociales para el próximo 9 de marzo, paralizaría a 40% del personal ocupado en las empresas del país.
Para dimensionar el impacto de este último dato y estimar cuánto se perdería, basta decir que la economía mexicana –medida a través del Producto Interno Bruto (PIB)– genera 65 mil 753 millones de pesos diarios.
De tal suerte que prescindir del 40% de la fuerza laboral femenina de las empresas, que precisamente generan la riqueza del PIB, provocaría una merma diaria de 26 mil 301 millones 370 mil pesos.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que México cuenta con 22 millones 32 mil 255 mujeres ocupadas; quienes desarrollan alguna actividad económica o servicio.
Si se toma en cuenta que el salario promedio de los trabajadores registrados ante IMSS alcanza 396.2 pesos diarios, la parálisis de las mujeres ocupadas costaría ocho mil 729 millones de pesos, en ingresos personales o familiares.
Mientras que en términos estrictamente laborales, la ausencia de las más de 22 millones de mujeres ocupadas, sería como si la industria automotriz nacional –que cuenta con más de 900 mil empleados– suspende sus actividades por 24 días consecutivos.
El director de CIMAD, Eugenio Gómez Alatorre, explicó la aportación de las mujeres a la economía nacional, no sólo es clave, sino que las desigualdades y los obstáculos que enfrentan para su desarrollo profesional, cuestan y restan crecimiento al PIB.
En una entrevista con Publimetro señaló que un estudio publicado McKinsey Global Institute reveló que, si México logra cerrar la brecha de género, ganaría 2.2 puntos porcentuales adicionales de crecimiento, cada año.
Esto significaría que, si el crecimiento de la economía mexicana fuera de 1% del PIB –como proyectan varios analistas para 2020–, el desarrollo del país daría un salto hasta una tasa de 3.2% anual.
Una innovación histórica
El feminismo se ha atrevido a cuestionar las costumbres, los roles de género, al Estado; es uno de los movimientos más trascendentes de la actualidad, rompiendo paradigmas que se habían considerado «inquebrantables», cuestionando lo que se había considerado «impensable», haciendo lo posible para tener equidad y seguridad. El paro nacional del 9 de marzo ha creado una revuelta con sin fin de opiniones y formas de pensar… surgen varias preguntas: ¿Cuáles serán las consecuencias del paro? ¿Repercutirá solamente en la economía del país? ¿El gobierno realmente tomará riendas en el asunto? ¿La estrategia es la apropiada? ¿Se transformarán las perspectivas de opiniones contrarias? ¿Será beneficio o perjuicio?
Me parece muy interesante ver todas las repercusiones económicas que implicará el paro, claro si se ejecuta de la manera en que se plantea, es decir, si todas las mujeres en México paran lo cual por más que quisiera que así fuera lo veo poco posible.
Tengo la suposición de que las consecuencias del paro van a ir más allá de lo económico ya que por lo menos en los contextos donde si se realice el paro se genere una reflexión de los patrones y conductas y sistemas que debemos cuestionar.
A pesar de esto creo que para que realmente se genere el cambio por medio de un paro, este debería de durar más de un día para que realmente impacte en la economía, política y sociedad, sin embargo, una propuesta sería que se tomarán los espacios cotidianos para generar conversación entre hombres y mujeres para fomentar la empatía entre la sociedad y también fomentar la apropiación del problema por parte de todos para que se asuman cómo responsables ya que es un problema social y todos somos miembros de ésta.
¿Qué pasaría si de pronto un día todas desapareciéramos? El trasfondo de esta pregunta me parece muy dolorosa, porque la realidad es que una a una nos están matando, de acuerdo con la ONU 9 mujeres son asesinadas al día en Mexico. vivimos con miedo, cada día tenemos que estar alertas a nuestro entorno, sufrimos acoso, estamos expuestas, vulnerables y no tenemos alternativa, sin duda alguna el paro puede traer consecuencias económicas, adquisitivas y sociales, pero yo si quiero ser escuchada, sin necesidad de hacer destrozos o rompiendo la ley, creo que el silencio también es una forma de gritarle a México! Reaccionemos todos como sociedad, no es solo responsabilidad del gobierno…
La pregunta de qué pasara en el paro nacional es buena, ¿qué pasará después? me inquieta. ¿Qué haremos luego de parar y ausentarnos? ¿qué harán nuestros familiares, amigos y colegas del trabajo o de la escuela? Cambiaremos ¿cómo? ¿hacia dónde? Yo me siento, ahora mismo, desorientada e inútil ante la inmensidad y complejidad del monstruo de mil cabezas que entrama la violencia y la indolencia al sufrimiento del que somos parte.
¿Tú violentas? - No-. ¿Actúas para parar la violencia? -Tampoco-.
Hoy que escuché la voz de la madre de la estudiante colombiana asesinada, junto a sus compañeros y el conductor de Uber, diciendo “le enviamos a México a una mujer para salvar vidas y nos la regresan muerta”. Esa es nuestra humanidad.
No pude evitar llorar cuando escuché su voz calma y sensata, como lloré cuando escuché el caso de Fátima o el de Ingrid. Ahora que hago memoria, me doy cuenta que no recuerdo exactamente cuándo comencé a llorar, cuándo REALMENTE escuché la tragedia. Recuerdo que en 2016, cuando me enteré del caso de Irma Ferreyra, una amiga me invitó a marchar. Marchamos miles de mujeres en América Latina, repudiando la brutalidad con la que fue despojada. Era impensable detenerse a contar cada una de las heridas que había sufrido Irma, como sucedió con Ingrid, con Fátima, con todas las que se han ido. Cada vez que escucho de una mujer asesinada pienso que hemos llegado al clímax de la crisis, pero luego aparece otro caso que nos vuelve a cimbrar. Lo contabilizamos y seguimos en vilo, como esperando que llegue algo más que rompa con la anestesia que nos mantiene pasmados, con la vista hacia afuera, con las pupilas dilatadas. No nos miramos a nosotras y nosotros mismos ¿verdad? miramos a las y los otros.
Quien mata, viola, golpea, ofende, anula, exhibe, controla, manipula y despoja lo hace porque hay un juego cuyas reglas le permiten y le alientan a hacerlo. Porque ese juego le ha configurado como un jugador, que “tiene” que demostrar su dominio, su fuerza, su valor y su audacia de jugar en impunidad.
En este juego, ENTÉRATE, no habemos espectadores. Todas y todos jugamos. Quizá valga la pena, más que analizar la tragedia, que analicemos la cotidianidad. Esa que cocinamos en casita, a fuego lento, esa con la que nos alimentaron y con la que alimentamos a nuestras hijas e hijos. Esa que configura a las personas, en la violencia y en la indolencia.
Considero que este tipo de protestas realmente son la mejor opción que tenemos.
Me siento realmente sorprendida y maravillada con el paro nacional. Es la primera forma de protesta en la que no nos van a ridiculizar como hicieron con las protestas artísticas (a pesar de que ya están sacando #UnDíaSinNosotros), no ponemos en riesgo nuestra integridad con opresiones físicas que suceden en ocasiones al marchar, ni tampoco nos pueden criticar argumentandolo con “la violencia no se resuelve con violencia”.
Al inició leía la propuesta y debo admitir que no entendía el propósito, no me parecía una idea coherente. ¿Que ganamos desapareciendo? ¿No estamos dándoles lo que ellos quieren al no estar presentes? Pero realmente esto va mucho más allá.
El paro del 9 de marzo es para que el gobierno nos vea. Que sepa lo importante que somos para la economía nacional. Que sin nosotras se perderán millones de pesos que se tendrán que recuperar en meses intensivos. Que nos podemos unir para hacer un impacto grande. Que ellos son nuestros empleados y nosotros tenemos el poder de decisión sobre el rumbo del país. Que de manera legal los podemos chingar en donde más les duele.
¿Qué es el feminismo? ¿Cuál es el trasfondo del Paro del 9 de marzo? ¿Se sabe, realmente, qué se conmemora el día 8 de marzo?
Honestamente, no estaba informada, completamente, de lo que trataban cada uno de éstos términos, ni de la intención raíz que existe detrás de un paro como el que se llevará a cabo; podría poner las manos al fuego, asegurando que no soy la única persona que se encuentra en esta situación de duda, o simplemente de falta de información.
He escuchado frases como “¿de qué les sirve faltar al trabajo ese día?, no se generarán cambios a partir de eso?.. ¿se van a tomar el puente del 9?” No, no es un puente; no, probablemente no nos ayudará a combatir cada uno de los feminicidios diarios que tenemos. Acorde a información de INEGI, en el 2018 se registraron 3,752 defunciones por homicidio de mujeres, dando como resultado que por día, 10 mujeres eran asesinadas (INEGI, 2019)*; en el 2019, las cifras incrementaron.
Denuncias se han llevado a cabo, y son mínimas aquellas las que tienen seguimiento. Se busca levantar la voz, buscar espacios seguros, obtener apoyo, y lo único que se consigue es silenciarnos, decirnos que lo que se hace es exagerado, que lo sucedido es nuestra culpa. Sí, podrá ser que las acciones que se han llevado a cabo son elevadas de tono, ¿pero qué hacer cuando se buscó solucionar el problema, a base de diálogo, y se ignoró por años?
Creo que es un problema que no se puede solucionar de un día a otro, por más triste que suene. Sin embargo, cada uno puede aportar. La información es poder, por lo que es importante conocer qué hay detrás de este movimiento, cuáles son las cifras que rodean a nuestro país; no hay que minimizar la situación en el país.
También, evitemos generar bromas en torno al tema; esto solamente nos lleva a seguir normalizando la violencia.
Hay que mantenerse unidos y unidas, dando todo el apoyo necesario. Hoy en día, existen diversas aplicaciones de diversos usos: desde pedir ayuda, hasta conocer la posición de una persona, durante todo el día. Una de ellas es Life360 (https://www.life360.com/), la cual te ayuda a llevar el track de una persona durante todo su día, incluyendo detalles como la velocidad en la que se encuentra al moverse, la hora en la que se retira del trabajo/escuela/etc., entre otros aspectos.
Hay algo que me he preguntado constantemente, y que me parece muy triste: ¿por qué tenemos que llegar a descubrir nuevas medidas preventivas, cuando siquiera deberían de existir casos de violencia?
Los grandes cambios pueden venir de pequeñas acciones. Pensemos cómo podemos apoyar, de forma independiente. ¿Cómo podemos no fomentar la violencia? ¿Cómo podemos apoyar al movimiento feminista?
*https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2019/Violencia2019_Nal.pdf