Publicado en: «Si tu perro se hace… ¡tú no te hagas!» – Knowledge
Autora: Susana Ochoa
A estas alturas de la pandemia y de la crisis social que esto representa, ha quedado manifestada de distintas formas la importancia de la responsabilidad personal en la participación ciudadana y en la construcción de la paz. No obstante, a pesar de las múltiples señales de cuidado y autocuidado, seguimos tomando decisiones que nos afectan y afectan a otros. Es válido preguntarse: ¿por qué no entendemos esta premisa? ¿qué es necesario para que seamos un pueblo ‘civilizado’? Dividiré esta breve alocución en dos partes; en la primera explicaré las tres razones que pretenden contestar estas sencillas preguntas, y en la segunda justificaré el título. Nos cuesta mucho trabajo pensar que las acciones de otros dependen de las nuestras, después del modernismo y la preeminencia del individualismo a la Sabina – yo, mi, me, conmigo –…
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