Israel Macías López
Twitter: @Israel_Macias
Hace unas semanas, el INEGI publicó el dato del crecimiento económico del país para el primer trimestre del año. Si comparamos el desempeño de la economía en estos primeros 3 meses, con los últimos 3 meses del año pasado, nos llevamos la sorpresa de que México prácticamente se encuentra estancado desde el mes de octubre.
El crecimiento económico durante estos primeros 3 meses del año fue de un 0.4%; apenas ligeramente arriba del 0. Pero, si comparamos el desempeño de este trimestre con respecto al primer trimestre del año pasado, la caída económica ronda el -3.6%.
Esta es la prueba principal de que la economía mexicana no ha logrado recuperarse de los niveles previos a la pandemia que inició en nuestro país en marzo.
Sin embargo, no solamente la economía está ahora por debajo de marzo del año pasado, sino que si vemos todos los datos reportados por INEGI, nos encontramos con un fenómeno que no veíamos en México desde las crisis de final de sexenio del presidente José López Portillo, por allá de finales de 1982.
México tiene acumulados 8 trimestres consecutivos de nulo crecimiento económico. Específicamente desde el mes de marzo; pero desde el 2019, la economía mexicana simplemente no crece nada.
Nada.
Ocho trimestres consecutivos, suman exactamente 2 años completos de la administración del presidente López Obrador. Un año completo antes de la llegada de la pandemia del coronavirus. Y la economía se ha venido cayendo desde entonces.
No importa lo que diga en sus mañaneras el presidente y sus simpatizantes, no hay ningún dato real que apoye la idea de que la economía va bien y recuperándose rápidamente.
Si usted lo escucha del presidente o de quien sea, tenga la certeza de que le está mintiendo.
Del mismo modo que el presidente le mintió a los ciudadanos, como cuando en abril del 2020 anunció que para finales del año el país crearía 2 millones de nuevos empleos formales para revolver el desempleo provocado por la pandemia.
Nunca, ni en buenos ni en malos tiempos, el país había generado 2 millones de puestos de trabajo, mucho menos en 8 meses. Obviamente se acabó el año y estos empleos nunca se generaron. El país quedó con 647 mil empleos menos que con los que empezó el 2020.
Nada pone más en evidencia el fracaso económico del presidente López Obrador que estos datos. La economía tiene 2 años completos en los que se ha estancado, o de plano, haciéndose más pobre.
Y falta conocer los efectos específicos en las variables, tales como la pobreza o distribución del ingreso que han tenido estos dos años perdidos, en la población del país. Mientras que el PIB nos habla de la dinámica económica nacional y la fuerza con la que la economía crea empleos en la economía formal, instrumentos como la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH), nos revelará información, a nivel mucho más detallado, de los efectos en el nivel de vida de las personas.
Es por eso que vale mucho la pena esperar la liberación de los resultados de dicha encuesta, la que echará luz sobre esos aspectos tan importantes en un país con las carencias como el nuestro.
Además, recordemos que mucho del discurso del presidente va en el sentido de que su política económica y social va enfocada a atender “de fondo” dichos problemas. “Primero los pobres” ha sido la bandera con la que este gobierno ha justificado sus políticas sociales, y seguramente quisiera celebrar logros en esos sentidos.
No obstante, con dos años completos en los que la economía nacional no ha crecido, sino que se ha ido haciendo más pobre, las expectativas sobre los resultados que tanto deberían importarle al presidente, como el porcentaje de población en pobreza o el nivel de desigualdad económica en el país, son de que en lugar de haber mejorado, hayan empeorado.
Seguramente usted escuchará a los propagandistas del régimen alabando la tasa de crecimiento que México tendrá en 2021: la media es 5.5%. Mientras que la gente de Hacienda sueña con llegar al 6% o al 7%. Para ponerlo en perspectiva, esto es un efecto rebote. El que en 2020 la economía se haya hundido un 8.3%, hace que la base de comparación sea muy baja.
Mire, sin hacer nada, suponiendo que la economía no creciera nada en todo el año, por puro efecto estadístico de comparación, el crecimiento económico para 2021 sería del 4.2%. El que la autoridad calcule un 5.5 o un 6, en realidad, no es mucho. Más bien, es poco.
Una economía que no crece, es una economía que acumula rezagos y que limita las posibilidades de erradicar problemas tan profundos como la pobreza o la desigualdad social.
Para decepción de todos los mexicanos, el gobierno del presidente López Obrador no entregará buenas cuentas ni en empleo, ni en crecimiento económico, ni en combate a la pobreza, y mucho menos, en mejorar la distribución del ingreso.
1 Economista, Profesor en la Universidad Panamericana en Guadalajara.
0 comentarios